domingo, 13 de febrero de 2011

Observando nuestras mentes

Mala de 108 Cuencas para meditación.

     Existen muchos conceptos e ideas acerca de la meditación.

     Sólo podemos hacerlo al sentarnos en un entorno tranquilo. Es un estado mental sin pensamientos, o un sentimiento de paz combinado con luz blanca. Para la mayoría, es algo especial, separado de nuestras actividades diarias.

     La meditación significa permanecer sin esfuerzo en lo que es. Sin expectativas ni miedo, experimentamos cada momento como fresco y lleno de potencial. Los pensamientos pueden venir pero no los seguimos.

     Totalmente presentes y conscientes, las cualidades humanas más altas aparecen de forma natural: la ausencia de miedo, la alegría y la compasión activa. Si podemos actuar con estas cualidades en todas las situaciones, tiempos, y lugares, le damos una inmensa cantidad de felicidad y de confianza a mucha gente.

     Por medio de diversos métodos de meditación, aprendemos a sostener la mente en un sólo lugar para poder verla. Si imaginamos que la mente es como un espejo, nos vemos absorbidos por las imagenes en el espejo (pensamientos, sentimientos e imagines) y no vemos al espejo en sí. Siguiendo nuestros pensamientos y proyecciones constantemente, no vemos la verdadera naturaleza de nuestra mente. La meditación nos permite experimentar el espejo tras los reflejos.

     A medida que aprendemos a sostener la mente en un sólo lugar durante la meditación, nuestros amigos, familia y colegas notarán gradualmente cambios en nosotros. No nos enojamos tanto por las cosas que nos suceden. En su lugar, enfrentamos las situaciones de forma relajada. Estamos logrando distanciarnos de nuestras emociones perturbadoras, lo que nos permite elegir como reaccionar.

     La meditación también nos enseña acerca de la impermanencia. Al observar nuestra mente, vemos que aparecen los pensamientos y sentimientos, juegan y luego desaparecen de nuevo. Al sentir enojo o celos, podemos usar esta información para ayudarnos a disolver nuestras emociones perturbadoras. Si no estabamos celosos hace cinco minutos, ý podríamos no estarlo dentro de cinco minutos, entonces porque tomarnos tan en serio nuestros sentimientos presentes si estos también pasarán.

     Otro regalo inesperado que empezamos a comprender por medio de la meditación es que no existe el ego. Comprendemos que lo que antes considerabamos como un "yo" es una ilusión. Las células de nuestro cuerpo, nuestros pensamientos, e incluso nuestros nombres, están cambiando todo el tiempo y no tienen una existencia real. Lo único que nunca cambia y que está siempre presente es la consciencia en sí, aquello que llamamos mente. Cuandos nos dirigen palabras o acciones dañinas, el comprender que no existe el ego significa que no hay blanco y que no podemos ser lastimados.

     La meditación es de experiencia. Hacer de nuestra comprensión intelectual algo más profundo, llevarlo de nuestra cabeza a nuestro corazón y a nuestra vida diaria. Como principiantes, establecemos un lugar para la práctica: un cojin, un lugar tranquilo, una forma inspiradora de Buda, y demás. A medida que vamos practicando más, aprendemos a llevar la experiencia ganada en el cojín a nuestra actividad diaria. Entonces nos desarrollamos rápidamente y somos de verdadero beneficio a los demás.

Autor: Niki Jimenez

"Una meditación calmada y tranquila, es capaz de desenrredar todos los nudos de cualquier perturbación." 

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