lunes, 26 de marzo de 2012

Estar ahí para el otro - Lama Ole Nydahl




Relación de pareja

     En una relación de pareja abierta, profunda y sincera, uno aprende que la relación incluye la vida entera. La relación produce espacio como también alegría y le proporciona a los seres humanos libres las estimulantes superficies de contacto que conducen al crecimiento. La decisión de estar ahí para el otro le da a la pareja confianza y seguridad en sí misma. Estas disuelven la pesadez de la rutina y permiten así un rápido desarrollo humano. Si ambos se satisfacen mutuamente sus deseos, la 'relación uno a uno' es lo mejor y permite una vida rica en experiencia para ambos.

      Cada relación desarrolla patrones de comportamiento que le son característicos. Las parejas crean algo así como un lenguaje secreto: nombres cariñosos, gestos, que o bien expresan su grado de amor o hacen alusión a experiencias secretas. Esto genera un fuerte sentimiento de 'nosotros' y abarca la forma en que de saludarse, despedirse, cuándo y cómo se come, cómo se ve televisión, etc. Después de un día de trabajo, las formas de comportamiento acostumbradas producen intimidad y relajación. Externamente deben entenderse con el tiempo estos rituales y mediante ellos sentirse acogido en el círculo y ser parte de él. Si desaparecen las costumbres amorosas íntimas y no llegan otras nuevas a reemplazarlas, simultáneamente se debilita la unión. Sin embargo, una repetición constante también puede convertirse en una cárcel: sí en ellas están ausentes la conciencia y el amor, fácilmente la relación se paraliza. Para las parejas que no profundizan su mutua pertenencia mediante la meditación, resulta especialmente inteligente no dejar convertir sus pequeñas atenciones en un callejón sin salida, sino corresponder conscientemente y renovar siempre la magia del intercambio mediante el agradecimiento. Esto une y calienta los corazones.

     Los budistas ven la unión entre mujeres y hombres como algo muy valioso pues brinda posibilidades especiales para el desarrollo humano. Para darle aún más importancia a la vida en común, desde el punto de vista budista, uno puede buscar consejos útiles y una bendición de un maestro espiritual para el desarrollo de la relación. Esto se llama 'matrimonio budista' y también puede tener lugar a partir de la situación dada, como una corta bendición para la pareja.

     En los países en donde el budismo no está reconocido como una religión, el matrimonio no tiene ningún efecto social ni jurídico. De acuerdo con la esencia de las enseñanzas, éste se realiza sin ninguna presión religiosa, pero tiene un efecto profundo en los niveles internos y secretos de las personas. Uno se decide por él con completa conciencia, para un desarrollo común, para permanecer uno al lado del otro y ayudarse mutuamente, aún cuando alguno de los dos envejezca o enferme prematuramente. Aunque se maneja más como una bendición que como algo legal, tiene un poder trascendental y protege a la pareja, evitando que las emociones perturbadoras habituales los conduzcan a un callejón sin salida. Contra el desgaste de las costumbres cotidianas, el budismo ofrece métodos que ayudan a la pareja a percibirse tanto a sí mismos como al otro desde un nivel alto. Un matrimonio budista es algo para personas independientes, que quieren complementarse y desarrollarse juntas en un camino budista.

     En muchos casos, los enamorados deciden sellar su amor también mediante un matrimonio civil. Éste no sólo ahorra impuestos y es bien visto socialmente, sino además fortalece la relación. El ritual, la celebración, los deseos comunes y de los amigos y la familia tienen mucho poder.

     Puesto que hoy en día con frecuencia tiene que cambiar una persona de ciudad por razones de trabajo, una relación a distancia es un tema que surge cada vez más. Para que una relación con poco tiempo para estar juntos funcione, es decisivo el deseo de que este estado termine en corto tiempo. También son importantes la estabilidad de la relación y la madurez de los cónyugues. Aunque tal vez suene anticuado, sin duda alguna la profundidad del amor determina si la relación bajo tales circunstancias puede mantenerse por largo tiempo, en especial si uno anteriormente estuvo acostumbrado a otra cosa.

     En este caso es significativo tener una visión común:la pareja se cuida mutuamente, mientras que el tiempo 'sin' el otro se aprovecha para las cosas que no cesan de llegarle a uno y para lo que sería una lástima usar el tiempo de los dos. Así cada uno utiliza el espacio de la separación tanto para sí mismo como para ambos. Cuando finalmente llega para compartir, en especial el amor corporal llena las brechas y se puede mantener una relación de pareja fuerte y feliz. La base de tales relaciones a distancias es la confianza. Si esta falta, tampoco se puede hacer durar el amor.

                                                                         -- Extracto de 'El buda y el amor' de Ole Nydahl --


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